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La historia de Los Hombres de Carlos: pasado, presente y futuro de la banda.
Nuestra historia se remonta, en concreto, al verano del 2007 en Salamanca. Es entonces cuando, tras una reunión de un pequeño grupo de amigos apasionados de la música, surgen las primeras ideas; las ideas de un sueño que se haría realidad poco después gracias al esfuerzo y dedicación de cada uno de ellos.

Poco a poco, conforme avanzaba el tiempo, el proyecto se fue consolidando en todas sus dimensiones. Así pues, se empezó a apostar por un estilo determinado y concreto, que por cierto, nunca antes había existido en Salamanca y alrededores. El jazz y funky-jazz, sumado al espectáculo de arte de calle, serían los ejes fundamentales sobre los que se sustentaría el grupo en sus inicios.

A partir de ahí se ha venido experimentando una constante evolución, en lo musical y en lo artístico, hasta llegar al punto en que nos encontramos hoy en día. Nuestra música y nuestro espectáculo han recorrido numerosos puntos de la geografía española. Y siempre siguiendo nuestro lema, nuestra regla número uno: "sin música no hay diversión".

En cada una de nuestras actuaciones se dan cita el espectáculo en conjunción con la mejor música callejera. Recreamos un ambiente festivo pensado para todos los públicos, para que se disfrute, para que se baile; para que se pase un rato agradable en compañía del funky, del ska y funky-ska, sin dejar de lado ese estilo jazzístico que marcó nuestro inicio, y nuestras particulares píldoras de humor.

Actualmente contamos con dos shows: uno en el que emulamos a una banda de gángsters y otro en el que damos vida a una banda venida de otra galaxia que no dejarán indiferente a nadie. Con ellos intentamos que el público se sienta parte del espectáculo haciéndole partícipe en todo momento.

La instrumentación a día de hoy en el grupo es la siguiente: percusión (caja, bombo y platos), helicón, saxos altos, saxos tenores, trompetas, trombones y clarinete.

En definitiva, señoras y señores, niños y niñas, viandantes, pasajeros, gente de bares y gente de bancos, gente de mal y gente de bien, prepárense para experimentar sensaciones de fiesta y música jamás antes vividas. Queremos que os olvidéis, por un momento, de todos vuestros problemas; queremos sacar lo mejor de vosotros mismos... Así que no esperéis más. Cerrad los oídos y escuchad con los ojos porque llegan... ¡Los Hombres de Carlos!